martes, 29 de mayo de 2012

Hallado un manuscrito inédito de Góngora acusando a un inquisidor

El escrito data de 1597, y se ha descubierto en el Archivo Histórico Nacional. En este manuscrito el poeta cordobés describe en lenguaje cotidiano las relaciones inmorales del inquisidor Jiménez de Reynoso con María de Lara. Hacía más de un siglo que no se encontraba un manuscrito importante del autor de las "Soledades".



El escrito lleva este título: "Relaçión de lo que yo, Don Luis de Góngora, raçionero de la Sancta Yglessia de Córdoua, sé y he oído decir de la persona del Doctor Alonso Ximénez de Reynoso, Ynquisidor de Córdoua".

Con un lenguaje divertido, ameno y descriptivo el poeta, que tenía entonces 36 años y todavía no había viajado a Madrid, relata como un auténtico chismoso de su ciudad los testimonios que sobre el Inquisidor le van aportando pajes, criados, clérigos y personajes destacados de la villa de los que aporta nombres y apellidos por si pudiesen convertirse en testigos contra el miembro del temido tribunal. Para empezar describe hasta la calle en la que la amante del Inquisidor Reynoso, María de Lara, vive en Córdoba "que biue en la collaçión de Sanct Bartolomé, en la calle de los judíos, en compañía de unas moriscas con quien en esta casa y en otras casas semejantes siempre el dicho inquisidor como amiga suia y çeloso de mirar por su persona la a tenido".

Góngora describe también las entradas y salidas de la dama del domicilio del inquisidor a través de otro testimonio que recoge: "saliendo una tarde al anochecer del estudio donde estaba el dicho ynquisidor, bio entrar a la dicha doña María en la cuadra del reçeuimiento donde el dicho ynquisidor tiene su cama y cerrar la puerta tras de sí". En este punto el escritor se plantea que no sabía si era cristiano quien vivía de la manera que él y deçía misa en tal mal estado.

En su acusación Góngora no repara en detalles. Cuenta que el inquisidor tenía a doña María más de veinte días en un aposento que llaman la Torre donde la entraban por una escalera falsa y que para tener correspondencia con su aposento hizo romper a costa del rey la muralla de nueve pies de ancho. Y prosigue: "quando el dicho inquisidor dormía con la susodicha doña María lo echaba él de ver en quatro y seis camisas que abía él mudado la noche y estaban tendidas a la mañana en el terrado para enjugallas del sudor, donde hallaba en las delanteras de las dichas camisas las inmundicias y suçiedades hordinarias de semejantes actos, como lo dirá el dicho Áluaro de Vargas".

El escrito de unas diez páginas tiene importancia para los estudiosos de Góngora por el tema que trata, el lenguaje que utiliza y por tratarse de un texto de juventud, ya que la mayoría de los autógrafos encontrados del poeta son de su etapa de vejez.

Habría que remontarse hasta finales del siglo XIX para hablar del descubrimiento de unas cartas manuscritas. En el siglo XX el único descubrimiento de dos renglones con que el poeta apostilló de su mano una carta dictada. El texto encontrado puede suponer una venganza del poeta contra el inquisidor que años atrás había sido amonestado por su poca observancia de los deberes eclesiásticos. Hoy en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, se inaugura la exposición "Góngora: la estrella inextinguible" que pone colofón a los actos de celebración por el 450 aniversario del nacimiento de Góngora, que se cumplió el año pasado

Fuente:
Cadena Ser

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